Bicicleta y Tercera Edad

Continuamente nos recuerdan los medios de comunicación lo beneficiosa que es la práctica del ciclismo para nuestra salud (venga, que ahora no se permiten las bromas burdas), sobre todo a nivel cardiovascular porque, como todo en esta vida, tiene sus 'contras': por citar sólo algunos para no aburrir al personal, problemas de articulaciones, problemas "allí donde el cuerpo descansa sobre la bicicleta" y los problemas derivados de las caídas que se puedan producir.

Por esto, cada vez que sales a entrenar a la carretera, es agradable encontrarte con los ciclistas "veteranos" que van arriba y abajo con sus bicicletas sin florituras, sin 'tuneado', tan sólo adaptadas a sus condiciones. Unas con el manillar de carretera del revés o con la tija del manillar apurada al máximo, para poder ir más elevados. Otros, que quizás lo tienen más complicado para poder subirse en la bicicleta, ruedan con las bicicletas típicas de paso, sin barra horizontal, pero con sus culottes y sus maillots. Otros, posiblemente los más nostálgicos, tan sólo apuran el material de su juventud, incluso los tradicionales 'calapiés'.

Y esto es agradable, porque en vez de tener una bicicleta estática (con todo lo modernas que son) prefieren salir a disfrutar del aire (más o menos limpio, porque en esta zona del mundo no abunda el aire puro, dejémoslo pues tan sólo en 'aire'), con el riesgo que ello pueda conllevar.

Gente hay que considera que estos "jóvenes" ciclistas son egoístas por no evitar riesgos y estar, posiblemente, obligando a sus familiares a que se hagan cargo de ellos; yo pienso que antes deberíamos conocerlos y después juzgarlos, ya que posiblemente nos encontremos delante de alguien que ha tenido que sacrificar toda su vida para poder salir, al final, a disfrutar de la vida con una simple bicicleta.

Comentarios