La Vuelta del ciclismo

Después de haber vivido bastantes años sumido en la desesperación, esperando ver ataques en las principales carreras del calendario, sobre todo en las vueltas grandes, por fin este año parece que el ciclismo despierta. Y ya era hora, porque los corredores más jóvenes, que copian lo que ven hacer a sus ídolos deportivos, comenzaban también a aburrir a sus propios padres viendo carreras sin ritmo, sin emoción, sin ataques, con miedo a equivocarse de táctica.

Ojalá que mentalidades como las de Vinokourov, que lucha por conseguir la victoria incluso en las carreras menos importantes, o incluso la de un veterano como Zabel, que compite de enero a diciembre y que no se resignaba a hacer más segundos puestos en los esprints, pese a que la edad no perdona, calen en los corredores cadetes, júniors y también, aunque sea más a modo de juego, en los infantiles.

Pero con moderación, porque no se trata de atacar sin ton ni son, sino de elegir el momento para hacerlo, y volver a intentarlo más tarde en caso de haber fallado, hasta conseguirlo. Pero hay que intentarlo. Ojalá que con esta Vuelta, con la victoria de Vinokourov, que casi le daban por eliminado en la general, haya vuelto el ciclismo del ataque y se haya acabado el frío y aburrido ciclismo que ha estado imperando los últimos años.

Comentarios