Aún no he comentado nada de la carrera ni he puesto fotos ni nada. Después de 3 días de intensísimo trabajo (sin contar toda la preparación de un año) quería acabar pronto con la resaca que queda y así lo he hecho. Hoy jueves aún estoy tocado, pero bastante menos.
3.100 metros de circuito. Una locura, el doble que hace 2 años cuando montamos la primera carrea. 900 metros más que el circuito de Élites y Master30 del año pasado. 500 metros más que la primera carrera que hubo. Parece que poco a poco voy estirando el parque, pero lo mejor de todo es que no queda mal el trazado. Podría ser mejor, evidentemente, pero para lo que hay en la Muntanyeta este año ha salido una de las mejores combinaciones posibles.
Como el parque es una zona de paseo y recreo para muchas personas, tan sólo señalizamos las áreas que no representan un estorbo. Por la tarde, cuando ya cae el sol y después de la visita que me hizo David Parreño, me encargo de colocar el resto de vallas y señalizar otras zonas que, aunque están a la vista de la gente, al ser de noche y con bastante frío es muy probable que no las vayan a utilizar. De paso, aprovecho para ir echando un vistazo al circuito y que los gamberros no lo desmonten; justo a tiempo, llamo la atención a un grupo de chavales y chavalas en la edad del pavo que estaban dándose estacazos.
A las 21.30h doy la jornada por finalizada. Se me han quedado en el tintero bastantes cosas (como mojar alguna que otra zona o señalizar la llegada al circuito), pero estoy rebentado y quiero irme a descansar a casa. Un poco de cena, preparo las cosas para la mañana y a dormir como un ceporro hasta las 6h.
Ya en el circuito, se reparte el trabajo. Un grupo que va a encintar toda la parte de la zona de meta, y otros que nos vamos a señalizar los caminos de la parte de arriba. Se repasa el resto del circuito y a última hora se colocan los tablones (la gente que está calentando se asombra al verlos, porque hacía un momento no estaban, jejeje). Para acabar, antes de dar la salida, me doy una vuelta con Blázquez y Gimeno (que se ha pasado a dar una vuelta) para comprobar que todo el circuito esté bien marcado, incluso me echan una mano a acabar de cerrar algunas zonas, cosa que es muy de agradecer.
Acabamos de dar toda la vuelta y las carreras empiezan puntualmente. Primero los cadetes, con el circuito para ellos solos, un lujazo. A continuación, a las 11h, llega el turno de los veteranos, féminas y júniors; un júnior del CC Sant Boi, Javi García, al que le doy la murga para que corra una auténtica carrera en montaña sin amortiguación ni frenos de disco ni nada que se le parezca, me pide la bici para correr y hacemos un cambio, yo caliento con la suya de BTT y él compite con la mía. Se inscribe in-extremis y ala, a correr! Lo hace bien, rueda justo detrás de Alex Raya, que ya está curtido en esto, pero un pinchazo inoportuno le hace perder posiciones. Cambio de rueda y a seguir. Yo, cuando llego por box, me entero que ha pinchado y menos mal que llevaba el recambio de cámara encima (aunque de 700x23), porque las ruedas de cambio hoy no las traía. En 2 minutos hago el cambio de cámara y corriendo a la salida, saludando a mucha gente que ha venido y a otra tanta que me pregunta cualquier cosa. Un poco de rodar arriba y abajo por la zona de meta (pienso que no me haría falta, porque ya iba calentito) y ale, a correr!
De salida vuelvo a situarme atrás de todo. Esta no es ni mucho menos mi temporada (en cuanto a competir) y tan sólo me puedo permitir tomar la salida y acabar la carrera dignamente, tomándomelo como un entreno más. En el fondo me sabe mal tener que ir así de este plan, pero hay que saber ver cuando se puede y cuando no, y cuando es que no, saber llevarlo.
350 metros después de darse la salida, encaramos el que para mi es el tramo más chulo de la carrera, las escaleras. Cuando las subes el corazón se te revoluciona. Al salir aún continúo metido en el grupo, pero veo que voy a 180 y aunque sé que no es ni mucho menos mi tope, recuerdo que al acabar las carreras aún me queda más trabajo, y duro, desmontar todo el circuito y recoger. Así que ahí termina todo el apartado competitivo. Las cuatro vueltas que acabé dando me pasé saludando a la gente y animando al resto de los corredores con que me cruzaba, una forma bastante rara de correr, no? Siempre fui acompañado de Felipe Arias, íbamos hablando sobre el circuito y el ciclocross y procuraba darle algún que otro consejo. Felipe, recuerda, quitar el plato supone la retirada y nosotros no nos retiramos! Claudicar no es una opción! Al final, después de ser pasados 2 veces por Lozano y una vez por la mitad de los Master-30, llegamos a meta juntos entre las ovaciones del respetable.
Finalizan las carreras federadas y llegamos a la carrera reina, la de los más pequeños. Una carrera popular en la que participaban chavalines y chavalinas de entre 5 y 13 años. Primero tocó varias un poco el circuito, cambiar de posición las cintas que indicaban la subida a las escaleras para que siguiesen recto por un carril aledaño. En total el circuitillo tenía unos 800 metros de largo. Primero dieron una vuelta de reconocimiento y después la salida a toda pastilla. Qué gracia y cómo se lo toman! Seguro que de entre esos 10 chavalines salen muchos buenos aficionados a la bici.
Entrega de premios que nos ventilamos en 15 minutos y ale, despedida y cierre, a recoger todo el circuito, para lo cual estuvimos 2 horas. Después de eso, visitamos Cal Pere (un pequeño restaurante cercano al parque) donde invité a comer a todos los que habían estado trabajando, aunque hubo alguno que se tuvo que ir, como Pau.
Paso balance a lo que han sido estos 3 días (bueno, realmente más de tres días) y como digo en el reportaje, ha merecido la pena todo este esfuerzo.
3.100 metros de circuito. Una locura, el doble que hace 2 años cuando montamos la primera carrea. 900 metros más que el circuito de Élites y Master30 del año pasado. 500 metros más que la primera carrera que hubo. Parece que poco a poco voy estirando el parque, pero lo mejor de todo es que no queda mal el trazado. Podría ser mejor, evidentemente, pero para lo que hay en la Muntanyeta este año ha salido una de las mejores combinaciones posibles.
Viernes, minucias
Toda la faena se inicia el viernes (aunque el jueves por la tarde, a última hora, ya estaba en posesión de los papeles de la carrera). Señalización básica del circuito, últimas compras de material, reconocimiento del terreno para ver cómo está todo, trazado de la parte que hasta ese momento no pude ver (por no estar segada hasta ese mismo día), quitar de enmedio piedras, etc. Nada, al fin y al cabo son minucias.Sábado, empieza el festival
A las 8 de la mañana comienza todo en serio. Nos juntamos un grupo bueno de gente (aunque me habría gustado ser algunos más) para comenzar el montaje. Adrián, Pau, Pedro, Jordi Raya, mi padre, Piñol y yo mismo. Venga a colocar estacas y vallas y cintas. Cuando acabamos de hacerlo llevamos señalizado el 25% del circuito. Toni Pedrero y Álex Raya me piden rollos de cinta para ir a señalizar la zona de los pinos, en principio según les comenté, aunque más tarde vi que le había metido algún que otro quiebro, qué tíos, jajaja! pero me señalizaron casi 300 metros de circuito, bestial!Como el parque es una zona de paseo y recreo para muchas personas, tan sólo señalizamos las áreas que no representan un estorbo. Por la tarde, cuando ya cae el sol y después de la visita que me hizo David Parreño, me encargo de colocar el resto de vallas y señalizar otras zonas que, aunque están a la vista de la gente, al ser de noche y con bastante frío es muy probable que no las vayan a utilizar. De paso, aprovecho para ir echando un vistazo al circuito y que los gamberros no lo desmonten; justo a tiempo, llamo la atención a un grupo de chavales y chavalas en la edad del pavo que estaban dándose estacazos.
A las 21.30h doy la jornada por finalizada. Se me han quedado en el tintero bastantes cosas (como mojar alguna que otra zona o señalizar la llegada al circuito), pero estoy rebentado y quiero irme a descansar a casa. Un poco de cena, preparo las cosas para la mañana y a dormir como un ceporro hasta las 6h.
Domingo, por fin llegó el día
Gran reportaje de Ricardo Caballero en santboitv.tv
Ya en el circuito, se reparte el trabajo. Un grupo que va a encintar toda la parte de la zona de meta, y otros que nos vamos a señalizar los caminos de la parte de arriba. Se repasa el resto del circuito y a última hora se colocan los tablones (la gente que está calentando se asombra al verlos, porque hacía un momento no estaban, jejeje). Para acabar, antes de dar la salida, me doy una vuelta con Blázquez y Gimeno (que se ha pasado a dar una vuelta) para comprobar que todo el circuito esté bien marcado, incluso me echan una mano a acabar de cerrar algunas zonas, cosa que es muy de agradecer.
Acabamos de dar toda la vuelta y las carreras empiezan puntualmente. Primero los cadetes, con el circuito para ellos solos, un lujazo. A continuación, a las 11h, llega el turno de los veteranos, féminas y júniors; un júnior del CC Sant Boi, Javi García, al que le doy la murga para que corra una auténtica carrera en montaña sin amortiguación ni frenos de disco ni nada que se le parezca, me pide la bici para correr y hacemos un cambio, yo caliento con la suya de BTT y él compite con la mía. Se inscribe in-extremis y ala, a correr! Lo hace bien, rueda justo detrás de Alex Raya, que ya está curtido en esto, pero un pinchazo inoportuno le hace perder posiciones. Cambio de rueda y a seguir. Yo, cuando llego por box, me entero que ha pinchado y menos mal que llevaba el recambio de cámara encima (aunque de 700x23), porque las ruedas de cambio hoy no las traía. En 2 minutos hago el cambio de cámara y corriendo a la salida, saludando a mucha gente que ha venido y a otra tanta que me pregunta cualquier cosa. Un poco de rodar arriba y abajo por la zona de meta (pienso que no me haría falta, porque ya iba calentito) y ale, a correr!
De salida vuelvo a situarme atrás de todo. Esta no es ni mucho menos mi temporada (en cuanto a competir) y tan sólo me puedo permitir tomar la salida y acabar la carrera dignamente, tomándomelo como un entreno más. En el fondo me sabe mal tener que ir así de este plan, pero hay que saber ver cuando se puede y cuando no, y cuando es que no, saber llevarlo.
350 metros después de darse la salida, encaramos el que para mi es el tramo más chulo de la carrera, las escaleras. Cuando las subes el corazón se te revoluciona. Al salir aún continúo metido en el grupo, pero veo que voy a 180 y aunque sé que no es ni mucho menos mi tope, recuerdo que al acabar las carreras aún me queda más trabajo, y duro, desmontar todo el circuito y recoger. Así que ahí termina todo el apartado competitivo. Las cuatro vueltas que acabé dando me pasé saludando a la gente y animando al resto de los corredores con que me cruzaba, una forma bastante rara de correr, no? Siempre fui acompañado de Felipe Arias, íbamos hablando sobre el circuito y el ciclocross y procuraba darle algún que otro consejo. Felipe, recuerda, quitar el plato supone la retirada y nosotros no nos retiramos! Claudicar no es una opción! Al final, después de ser pasados 2 veces por Lozano y una vez por la mitad de los Master-30, llegamos a meta juntos entre las ovaciones del respetable.
Finalizan las carreras federadas y llegamos a la carrera reina, la de los más pequeños. Una carrera popular en la que participaban chavalines y chavalinas de entre 5 y 13 años. Primero tocó varias un poco el circuito, cambiar de posición las cintas que indicaban la subida a las escaleras para que siguiesen recto por un carril aledaño. En total el circuitillo tenía unos 800 metros de largo. Primero dieron una vuelta de reconocimiento y después la salida a toda pastilla. Qué gracia y cómo se lo toman! Seguro que de entre esos 10 chavalines salen muchos buenos aficionados a la bici.
Entrega de premios que nos ventilamos en 15 minutos y ale, despedida y cierre, a recoger todo el circuito, para lo cual estuvimos 2 horas. Después de eso, visitamos Cal Pere (un pequeño restaurante cercano al parque) donde invité a comer a todos los que habían estado trabajando, aunque hubo alguno que se tuvo que ir, como Pau.
Paso balance a lo que han sido estos 3 días (bueno, realmente más de tres días) y como digo en el reportaje, ha merecido la pena todo este esfuerzo.
Comentarios
Felicidades por el gran montaje del evento, el circuito me encantó ya que salvo la zona muy técnica de los pinos el resto del circuito era veneficioso para carreteros porque había muchas zonas para remar. Aunque como es normal en mi no hay una carrera que no me cargue algo, en tres carreras llevo 2 tubulares reventados y 2 cambios remangados espero tener mejor suerte en Lleida. Un saludo
Da igual el resultado de la carrera, tu fuiste en cola pero el resto pudo correr gracias a ti, piensa en eso.
Enhorabuena por el esfuerzo.
A ver si en Lleida hay más suerte, que fuerzas y ganas se ve que te sobran. Ahh! y no te olvides el plumón para la hora de la carrera! :-))
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Jose, gracias tío! Da un poco de rabia no poder estar al 100% en "tu" carrera, porque incluso estando bien físicamente, el esfuerzo para montar el circuito no te lo quita nadie y tantas hroas pasan factura al día siguiente, pero compensa el ver que ha salido todo bien. Para el año que viene, más y mejor!!