Durante una semana hemos tenido la oportunidad de ver una bonita y dura carrera en los USA, algo así como el "Tour del Estado de Colorado" bajo el nombre de USA Pro Cycling Challenge.
Bonita por el entorno en el que se disputaba, hay que reconocer que los paisajes de Colorado son espectaculares, debido en parte por lo que se ha hecho tan dura: una gran parte de los días los corredores han rodado por valles a más de 3.000 metros de altitud y coronado puertos cercanos a los 4.000 metros.
Me ha llamado la atención el público, por lo numeroso (abarrotando las cunetas), esperpéntico (muchísima gente disfrazada de cualquier cosa, cualquier), ruidoso (entre carracas, cencerros, silbidos...) y peligroso que era (no se puede correr paralelamente al pelotón cuando circula a más de 60 km/h preparando un esprint ni delante cuesta arriba como si fuesen los "sanfermines").
Llamativo también es el protocolo de la entrega de premios. Además de hacerse una década después de finalizar la etapa (se toman mucho tiempo) son muy informales, le dan un toque desenfadado, muy de esa tierra; quizás el ejemplo más claro fue en la primera etapa que venció Elia Viviani, a quien un cowboy a caballo le entregó el trofeo.
Para el año que viene, si vuelven a retransmitirla, prometo que volveré a serle fiel.
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